Con dor.

Amarilla era la taza que estaba vacía.

Dos segundos después, llena hasta el tope de leche.

No había azúcar, no había té.

No había cacao, no había café.

Tenía galletas de todas las clases, pero la leche sola es más fea que leche sola.

Buscando entre los escombros de la alacena, el milagro se produjo.

Ese tetra glorioso, inconfundible, clásico de la adolescencia golosa: Un trofeo de chocolate líquido apareció un segundo antes de llenar mi taza vacía.

5 comentarios:

Pamela Caballero dijo...

Pibe!!!etapa alimenticia?jeje!Ta buena, pero q paso?nuevamente la obviedad? no creo q haya otra y cito...Ese tetra glorioso, inconfundible, clásico de la adolescencia golosa.
Beso!
Te cuidas!
Pam C.
PD: hasta las manos con gestión!jeje

Martina Gaido dijo...

Fedeee, me gusta que sigas escribiendo en el blog!!!!!

Yo tengo que duracellarme!!!

Besotes.

bookCreativoNiko dijo...

creeme que no te voy a estar celebrando todos los relatos jeje
ami me regusta la leche sola, al igual que el agua antes que las gaseosas,
y bueh si no entendi lo subliminal sera porque ignoro este "insight".

saludos fede

Pamela Caballero dijo...

Niño!!!Mucho mejor!Me gusto!!!
T puedo dar una tarea???Si recordas lo q nos hacia hacer Puente Guerra, busca diez adjetivos que no uses con frecuencia, para leche chocolatada o para cindor,jeje!
Es una buena practica q es útil para ampliar vocabulario!
Beso!
Gracias por escucharme!
Pam C.

Anónimo dijo...

esta buena.. es una de esas historias q no vas a entender si estas mucho tiempo cindor-mir
el tigre