Dos amigos apostaron toda su plata a un caballo que seguro ganaría esa tarde dominguera en el hipódromo de San Isidro.
Ochenta y dos mil pesos a un caballo, a una carrera.
El animal llamado Luz parece que se apagó.
Salió último.
Largaron, largaron todo su dinero al guano.
3 comentarios:
mi cieli!!!!!!!como dice q le va???aca una vez más pasando!!!me gusta, no me gusta!!!ojo con lo obvio no nos subestimes!!!no hace aclarar todo!!!
beso.cuidate.pame c
Yo me la hubiera gastado en una mega fiesta.
Me alegra que sigas escribiendo man.
Abrazo grande!
Fede querido!
Me disputo con pame c el premio al más posteador de tu blog.
Mirá yo no entiendo nada de hipódromos, caballos ni San Isidro pero creo que pensar que existen cosas seguras nos vuelve más inseguros a nosotros mismos. Si no preguntale al Mago Coria y que te cuente que le pasó en la final de Roland Garros en el 2004 contra el Gato. Ja Ja
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