Volaba con alas, miraba con ojos y de la pared estaba enamorada.
Con el viento se asustaba y a las manos les tenía terror.
Un día estaba dormida sobre ella y de repente sus ojos no se abrieron más.
Una mano la alcanzó.
Su alma decansa junto a la pared, que poco a poco se descascara llorando de pena.
5 comentarios:
q buenoooo maestroooo, otra gran hazaña del mostro d la redacción.
Grande federal.
Tenes tu talento.
Abrazos y dale padelante nomas q sos grosso, uno de los pocos grossos con los q m ha tocado laburar.
Abrazasossssssss
D
Buena historia! ... despertar sentimientos por una mosca, bicho feo como ninguno, es dificil!... felicitaciones ...
No te lo puedo creer!!!La primera vez q siento pena por una mosca!!!Cuantas paredes estan llorando la ausencia de su mosca por mi culpa???Que mala persona soy,jeje.
Beso.
pame c
la lei 3 veces y a la tercera no la entendi
POBRE moskita!!
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