15, 14, 13 12, 11... Seguía mirando el reloj digital de pared sin saber qué pasaría cuando llegue a cero.
Los diez últimos segundos fueron como diez años para él. Pensó, sudó, soñó. Finalmente, el reloj se detuvo.
Paró en el número 1.
Luego de diez años, el reloj comenzó a contar nuevamente.
1, 2, 3, 4, 5...
¿Qué estás esperando realmente?
1 comentario:
Pibe: Si solo esperamos que pase el tiempo nada cambia! Somos nosotros quienes marcamos la diferencia, y sea regresiva o progresiva el tiempo sigue. Nosotros deberiamos hacer lo mismo.
Beso.
pame c.
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