Ella y él tenían auriculares.
Los dos estaban escuchando el mismo tema.
Los dos estaban pensando lo mismo.
Al principio del viaje, los dos querían llegar a su destino. Ahora, quieren que el viaje no termine más.
Los dos se querían. Pero ninguno se animó a mirar al otro durante tres segundos seguidos.
Sé lo que le pasaba a ella porque yo escribo esta historia.
Y sé lo que le pasaba a él porque ella se sentaba en la butaca 33, ventana.
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