Muy contento viajé al vecino país a un congreso de diseño gráfico.
Llevé mi remera preferida. Esa que me diferencia de los demás.
Qué mala y buena suerte que tuve. Un chico vestía la misma remera. Precavido por dos, llevaba otra remera en mi mochila.
Nos miramos y dándonos rápidamente la espalda cada uno fue hacia un puntos cardinales opuestos.
Nos vimos otra vez. En el baño. Cuando cada uno se cambiaba su remera.
Dicen que tenemos un gemelo por el mundo.
3 comentarios:
hehe que situacion vergonzosa
y claro , tenemos repartido por el mundo gemelos no solo parecidos fisicamente, tambien con similares reacciones y emociones.
y la remera que te pusiste después, era la misma que se cambió el chabón?
era en el espejooooooo yeah
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