A 124 kilómetros por hora, casi llegando a esa curva tan curva que no estaba en mis planes, un flash me llevó a otro lado.
Esa luz que me encandilaba me dijo sin prólogo: "Pelotudo, yo voy a 300.000 kolómetros por segundo y vos por ir a la velocidad que vas te creés muy vivo. Ahora lo sos, pero después de esa curva sos muerto. Bajá la velocidad y empezá a valorar tu vida".
Estaba muerto por un segundo. Y vi la luz.
3 comentarios:
pibe!!!muy buenas tus pequeñas historias!!!no sabía de tu caracter reflexivo!!!mucha mierd...con este blog!!!pame c
pibe!!!muy buenas tus pequeñas historias!!!no sabía de tu caracter reflexivo!!!mucha mierd...con este blog!!!pame c
pensar que esta se te ocurrio mientras yo manejaba borracho
Publicar un comentario