Cargó las armas y se fue de casa sin saludar.
Tres horas de sinuosos caminos lo separaban de su esposa.
Dos noches cazando jabalíes en aquel campo lo hicieron reflexionar.
Uno de ellos lo cazó a él.
Cero lágrima le quedó a su mujer de tanto llorar por su triste muerte.
Pensar que no se despidió cuando se fue de caza por una tonta pelea.
1 comentario:
Niño: Me gusta la moraleja, y no se si hoy te es útil mi comentario pero usaste algunos terminos que tienen sinonimos muchos mejor. Y ojo porque repetiste. Igual ya has mejorado mucho, solo no te olvides de los errores para seguir mejorando!
Beso.
pame c.
Publicar un comentario