Derecha, una mano muy hábil y precisa, gozaba de la tenencia de un sedentario y vago mouse llamado Genius.
Sus caricias constantes, a veces lo hacían rodar de las cosquillas.
Pero un día, algo le hizo click a Genius. Se sintió usado. Tan usado que su corazón en forma de láser dejó de brillar.
4 comentarios:
mi cieli!!!ya listo no me podes producir ternura con estas cosas!!!jeje.muy bueno!!!beso.pame c
Se está poniendo cachonda la cosa. Mejor me consigo un hueso, porque si no en vez de pornos voy a terminar leyendo las historias cortas!
Saludos máster. Se lo quiere mucho.
Me parece muy imaginario y ocurrente describir la sensación que suele producir el ratón informático... ahora qué se le escribe al mouse cuando deja de fuincionar en pleno trabajo.... eso me paso hoy y no dejo de put.... ja ja . Esta bueno lo que haces Fer, saludos Leticia
muy bueno fede! bravo bravo
de ahora en mas voy a pensar bien como trato a mi mouse
titi
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